GALLETA I, ‘bizcocho de barco’, ‘bizcocho de postre’, del fr. galette íd., derivado de galet ‘guijarro, canto rodado’, por la forma plana de la galleta; galet es diminutivo del fr. ant. gal íd., forma normando-picarda que parece ser de origen céltico.
En francés, la 2.ª ac. aparece desde el S. XIII «y la 1.ª desde 1636.
FEW IV, 43. Pasó también al it.
galetta, cat.
galeta. Al entrar en castellano el vocablo tomó una
-ll-, por influjo de
GALLETA II, y según el modelo de los muchos casos en que
-ll- castellana corresponde a una
-l- francesa. Es probable que el fr.
gal, sin correspondencia en otros romances, proceda de un céltico
*GALLOS, aunque el apoyo que puede hallarse para esta etimología en el céltico insular es débil (irl. ant.
gall ‘pilar de piedra, pedestal’, sólo en glosas). Fonéticamente no hay objeción contra sacar el fr.
galet de
*GALLOS: es forma oriunda de la región normando-picarda, junto a la cual existió antes la genuinamente «francienne»
jalet («la teste as plus dure qu’un
jalet»,
Débat du Cuer et du Corps de Villon, v. 25). Gamillscheg,
EWFS, s. v., propone una etimología escandinava
valr ‘redondo’, que presenta más dificultades (la
v- escandinava suele dar
v- en francés). Para la ac. figurada ‘bofetón’, en América y en España, vid. Toro G.,
BRAE VII, 458.